Desde que era solo un crió (5 a 8 años) los demás niños  me veían extraño en los momento en quería estar solo caminando; la verdad era que dentro de mi cabeza siempre tuve un mundo entero de varias historias (mi biblioteca personal) era hermoso estar entrando y saliendo (en ese entonces solo podían aceptarte social mente si jugabas algún deporte; como todos sucumbí a jugar para no estar solo) pero no fue hasta una edad mas madura (a mediados de mi pubertad) que es cuando volví a entrar a mi cabeza, a ese mundo de historias que aun opresivamente podía recordar. Las mejore y escribí en una libreta unas cuantas de ellas, a mi amigos les gustaron unas cuantas de esas satisfactorias historias... ahí fue cuando me di cuenta de que lo que me haría feliz era el escribir y leer mis historia. Tal vez algunos grandes escritores no me llenaban lo suficiente mis ganas de seguir leyendo, pero eso no significaba que no pidiera aprender un poco de ellos. En mi vida normal soy un joven amante de las historias (en general de todo, pero soy muy adicto a las historias de suspenso y drama) pero dentro de mi cabeza (mi mundo de historias) llevo el nombre de "perzeos" un maldito semidiós de las historias.