loveeCurse
⠀⠀⠀⠀⠀─────── / Una, dos, cinco, ¿ocho? había perdido la cuenta de copas que había consumido durante su estancia en aquel bar. El ambiente era tranquilo, elegante, un lugar ideal para desconectarse de su lamentable y caótica rutina. Para ahogar los insoportables pensamientos que acechaban su cabeza. Con la copa en una mano, se dejó caer en el respaldo del cómodo asiento. Cerrando los ojos por un momento, el mareo comenzaba a afectar, pero no lo suficiente como para hacerle perder todo rastro de consciencia. Cómo fuese, una vez estuvo un poco más relajado, barrió el lugar con la mirada, sería vergonzoso si alguien lo reconociera, escandaloso también. Actuaba mal, lo sabía, pero aún no tenía el valor para abandonar esa momentánea tranquilidad.
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⠀⠀⠀⠀⠀/ Dirigió la mirada al lugar que el mesero señalaba una vez el trago fue puesto en la mesa frente a él. Sin prisa alguna tomó el vaso entre los largos dedos, decorados con anillos de plata que resplandecian de manera juguetona bajo la tenue luz del bar. En ningún momento apartando la vista del hombre que había tenido tan amable gesto. Su respuesta fue una sonrisita de complicidad, dejándole saber que estaba más que complicado con la bebida. Levantó el vaso en su dirección, como si de un brindis se tratase, antes de acercar el frío vidrio a sus labios, dándole un trago finalmente. Disfrutando del dulzor del licor y la familiar sensación del alcohol bajando cálidamente por su garganta.
Estaba tan acostumbrado a recibir ese tipo de cortesías, conocía de sobra la razón detrás de la mayoría de ellas y a pesar de todo no parecía molestarle. Cualquier cosa era mejor que pasar noches solitarias en la frialdad de sábanas vacías. Se había prometido dejar de hacerlo, sabía que no era correcto pero a esas alturas sabía que no podía aspirar a nada más que eso, así que decidía dejarse llevar.
@ph1copsiz
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@loveeCurse / Sus planes para aquella noche habían sido clasificados en un breve resumen antes de siquiera salir de casa; hundirse en las fauces de algún bar, beber hasta perder la consciencia y enrollarse con alguien ante de las 3:00 am. simple, tácito, sin embargo, guardando rastro de lo que alguien tan estirado como él, podría permitirse un viernes por la noche. El sabor del whiskey caro era difícil de asimilar estando solo, sumando aquel bullicio constante, vasos tintineando, almas en pena buscando un ancla preferiblemente en vez de tirar su vida por la ventana. y aún así, en un lugar donde cada gramo de tiempo usurpado estaba libre de tabúes, pudo notarlo a la perfección, incluso ente tanto olor nauseado. Rió, bajo y grave, saboreando el último sorbo, mientras con un ligero movimiento de falanges, llamó la atención del joven camarero a punto de pasar a su lado. —Lleva un "frangelico" a la mesa de ese chico, hazle saber que corre por mi cuenta. Bastó el asentimiento, esperaba fuese del gusto ajeno, aunque, estaba seguro de que quizás, lo sería. y así, podría darle inicio a la tercera etapa de las dos completas, confiaba en los presentimiento... esto sería divertido.