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¿ por qué tanta maldad ? ella nuevamente no se animaba a alzar la voz por él para detenerlos, pero en su corazón les estaba gritando que se callasen la boca y lo dejaran en paz, pues muchas veces en los rituales él se veía algo estresado por culpa de tanta molestia que hacían a su persona, era triste.
            swiss era un amigo genial para ella, pero... muchas veces quería darle una cachetada y decirle “deja de ser tan idiota y de molestar al chico, acepta que aether no volverá”, pero eso... es algo que cirrus haría, no ella.
            
            copia era sin dudas la definición de paciencia, considerando que tenía de todo con lo que lidiar por ahí, sabía que una que otra vez se estresaba, pero aún así soportaba.
            ahora... la ghoulette más tranquila del grupo se encontraba en los brazos de aquel ghoul que era antecedido no solo por aether, sino por el famoso omega. nunca se imaginó estar así con él, pero... se sentía bien. la chica escucha sus palabras y decide moverse un poco para verlo, pues la curiosidad pudo más con ella, y entonces, sus ojos blancos como nubes esponjosas abriéndose en sorpresa, era él, aquel chico al que molestaban. vaya, no se imaginó que este fuese su acompañante en la soledad y el dolor que sentía.
            
            — tú... eres ese chico al que swiss molesta a veces... — suspira. — phantom... ¿ no ? — sí, ella a diferencia de sus compañeros decidió ser buena compañera y aprender su nombre, no iba a sumarse al círculo de maldad a decirle “el reemplazo de aether”. pues sí, quizás en un principio lo era, pero ahora él es el ocupante de ese lugar, no aether, ella extrañaría al mencionado ghoul como ya dijimos, pero... ya aceptó que se fue. — ¿ por qué... te molestaste en escucharme ? digo... seguramente tenías algo mejor que hacer que oír los problemas de una ghoulette solitaria como yo... — manifiesta mientras observaba al chico, quien se veía agradable bajo la máscara que ambos naturalmente llevaban.

@phantomftheopera 
            
            
            para cumulus la soledad comenzaba a ser una gran compañera suya, sonaría exagerado, pero vamos, ¿ cómo no sentirse mal cuando la única persona (en este caso criatura) con la que hablabas te deja de repente porque tiene a alguien a su lado ? y es que hemos de recordar que cirrus siempre la protegió de los demonios que no eran ghouls con los que convivían en el infierno, pues estos tendían a molestarla con su figura y estatura, y ella... no es que llorase o algo con sus burlas, sí le dolían, pero al no ser de pelear o tener líos con otros, lo soportaba, entonces ella simplemente... lo dejaba ser, dejaba que la molestaran porque mejor eso que ponerse a pelear y amargarse, o al menos así lo percibía ella, demasiado optimista para su propio bien solía ser. 
            
            la ghoulette no negaba que era triste ver a aquel ghoul al que desconocía ser molestado por... solamente ser el que tomó el lugar de otro. sí, extrañaba a aether, obviamente, pero eso no significaba que fuese a molestar al chico nuevo por no ser ese mismo, ¿ por qué no lo tomaban como una oportunidad para poder hacer un amigo nuevo ? 

¿cómo era posible que pudiesen confundirlo hasta sus propios compañeros? debía ser una jodida broma, una de muy mal gusto, por sobre todo la vez que casi se agarraba a los golpes con swiss porque este era el que más castraba a los demás. 
            
            a veces se cuestionaba cómo copia podía lidiar con todo tipo de personalidades que había dentro de su círculo pero al menos agradecía que este en su momento le haya sido de apoyo, hasta que finalmente fue dejado y silenciado de nuevo, tomando por refugio la oscuridad, ocultándose entre las sombras, siendo inexistente a los ojos de los demás. 
            
            observando con atención de detalle a cada palabra que la chica decía, sus manos en ningún instante detuvieron sus mimos sobre los cabellos ajenos y como muestra de la confianza que con ella sentía, llevo las manos a quitar de su propio casco, dejándolo a un costado y así ahora ambos estarían a la par, compartiendo de aquel dolor hasta que quedará en nada. sabía bien que no podía hacer mucho, pero podía intentarlo y es así cuando finalmente se dispuso a hablar, siendo tan suave y delicado. 
            
            — estoy aquí... no estás sola, yo te escucharé y seré tu hombro cuando necesites descansar de todo — la estruja suavemente contra sí, cerrando los ojos ante el sentir que los envuelve, robándole un suspiro tembloroso pues le dolía ver que la persona que más admiraba y adoraba desde la distancia estaba ahora llorando encima suyo.