──ah... ¡wah, tenemos la misma edad! ──alza las manos, totalmente encantada por la idea. sin pensarlo aquellos brazos que se extendieron al cielo, pronto se aferran a la señorita, entre risas y sonetos contentos──. podemos ser amigas, ¿no, no?── no hay vacilación en su rostro o pensar, apenas la idea se instaló, ella la comunicó.
tomando, con las manos temblorosas, jack, la bolsita entre sus largos y rústicos dedos, desvía la mirada avergonzado. emite un carraspeo suave.── gracias...── murmura, tal vez oyéndose malhumorado, aunque el sentimiento fuese otro.
mientras que la rubia no suelta su estado eufórico, exclamando las palabras con alegría.