Un año. Un año y medio. Hace un año y medio fue donde la joven Akane conoció al demonio de su vida, ese demonio al cual ella amaba ciegamente... Aunque él la hiciera llorar.
No sabía cómo es que ahora mismo tenía al más alto viéndola fijamente mientras sonreía, Kurotsuno parpadeó varias veces claramente confundida, ladeando la cabeza con cierta curiosidad e incomodidad. ── Eh... ¿Q-qué es lo que sucede?, ¿Quién eres?, ¿Necesitas algo? ── Pregunta con amabilidad, apretando con cierta incertidumbre la botella de su leche de plátano.
Siendo sincera, el chico que se mantenía viéndola era bastante lindo, realmente se veía que era una buena persona; le daba buenas vibras. Fue por eso que la pelirosa le regaló una leve sonrisa, achicando los ojos mientras la curiosidad es notoria en sus ojos.
¿Cómo se llamaba?, ¿Cómo es que alguien como él sabía de su existencia?, ¿Era real que alguien se interesase en ella? Realmente... Ah.