Buuueenos días, buenas tardes o buenas noches, como estan?? Sisi ya se los tengo abandonados pero no se preocupen que ya estamos cerca solo denme media semanita más, y ya estamos a la vuelta de la esquina de Navidad, así que que quieren de regalo?, pero por lo mientras les dejo un.....
SPOILER
Lucius, sin perder más tiempo, aplaudió dos veces. El eco de sus palmas resonó por todo el hotel. Detrás de él, de las sombras más profundas, comenzó a emerger un ejército. Pecadores, pero no cualquier tipo de pecadores. Sus ojos vacíos, las caras deformadas por expresiones vacías y sus cuerpos rígidos. Estaban siendo controlados, esclavos de la voluntad de Lucius. Una marea de cadáveres vivientes, un ejército de zombis infernales.
—Si no te rindes, Alastor, si no se rinden todos, no tendré más remedio que arrasar con este hotel y lo que queda de ustedes.
Desde dentro del hotel, se escuchó un grito:
—¡Neeel, carnaaaall! —Ángel Dust, en su estilo característico, lanzó la burla.
Lucius, claramente irritado, canturreó en respuesta:
—Les voy a causar dolor eeeeh.
—¿Tú y cuántos más? —gritó Ángel, sin perder el tono sarcástico, lo que provocó algunas risitas nerviosas de Niffty y Husk.
Lucius, exasperado, miró hacia Alastor, con una expresión de incredulidad.
—¿Cómo que cuántos más? ¿Qué no estás viendo?
Lucius empujó la puerta, obligando a Alastor a retroceder ligeramente, pero aún manteniendo su postura.
—¿¡Qué no estás viendoo!?—gritó Lucius, levantando los brazos. Su ejército de pecadores zombificados comenzó a moverse, tropezando al principio, pero acelerando con una coordinación mecánica hacia el hotel—. ¡Ataqueeeen!