buenos días, mi muñeca de porcelana. no sabes cómo echo de menos nuestras conversaciones en plena madrugada pero te prometo que he de asistir aquí para consentirte y recompensarte tanta espera. tata oppa se muuuuuere por comerte la boquita, lo sabías, verdad que sí.
amor, amor, retorna a mí que sin ti los días se pasan demasiadísimo lento. tengo muchas ganas de conversar contigo hasta el amanecer y ponernos todo bobos besándonos el uno al otro hasta agotarnos.
mi reina sin igual, finalmente retornaste a mis brazos y traes contigo el pedacito enorme de mi corazón que va contigo a donde tú emigres. tuve que poner en marcha «empapelar la casa con fotos de doongie» para sentirte más cerca de mí.
cuánto me gusta cuando sucumbes a la humanidad que tu cuerpecito encierra y obedeces mis deseos de cuidar prósperamente tu salud, porque es correcto el que debas de dormir. perdóname, a veces me olvido de aquello y quiero que estés todo el tiempo conmigo.
por supuesto que has hecho cosas para merecerme y no quiero que de mis oídos puedan escabullirse nuevamente palabras similares a ésas atrocidades. eres una mujer maravillosa, younggie.