neptun-xep
Había pasado una semana desde que el pequeño llegó a su vida, y aunque la idea de cuidar de él continuaba siendo extraña, la necesidad de sobrevivir era lo primordial. En ese transcurso de tiempo, le cortó el cabello, dejando que los mechones sucios cayeran al suelo. El resultado final no era perfecto, pero fue un cambio positivo. La ropa sucia que aún llevaba puesta el niño contrastaba con el esfuerzo que generó en el corte, y Jessie se preguntó si eso sería lo suficientemente bueno para atraer la compasión de los miles de transeúntes. ── Te ves un poco menos como un gato callejero ── murmuró, intentando que la situación fuera menos tensa ── Ahora, tal vez la gente te vea y quiera ayudarte. Una vez que el niño estaba listo, le entregó una pequeña bolsa y le explicó lo que iba a hacer. La idea de mendigar no era nueva, pero le costaba aceptar que tenían que recurrir a eso, después de todo, ¿qué otro uso podía darle a ese mocoso? El pequeño debía ir a la esquina de la calle y pedir ayuda. Jessie le insistió en que sonriera y fuera un buen niño, cualquiera caería ante el encanto de una joven promesa magullada.
neptun-xep
Ahora que estaban lejos de las miradas que irradiaban curiosidad en la calle principal, soltó un suspiro al revisar el contenido de la bolsa. El dinero era una buena cantidad, lo suficiente para sus necesidades, al menos por ahora. Satisfecho, volvió a mirar a su mocoso, sintiendo su devoción silenciosa, como si Jessie fuera lo único importante. ── Nada mal ── murmuró, evaluando con la vista el botín ── Somos un buen equipo, ¿no? Lograste que la gente te soltara algo. Se acercó al niño sin nombre y le mostró algunas monedas, balanceándose en su palma para captar su atención. La mirada del niño parecía iluminarse, aunque aún no entendiera el concepto del valor monetario, parecía captar la importancia de ello. ── Todo este esfuerzo… y todo gracias a ti, ¿eh? ── le dijo, agachándose un poco para quedarse a su altura. Le palmeó el hombro en un gesto casi paternal, y entonces añadió con una sonrisa retorcida ── Supongo que te has ganado algo, ¿no? ~ … El niño lo miraba en silencio —el retasado aún no se digna a parlotear—, con brillo tímido en su mirada y a la vez, expectante. Jessie sintió de lado, una chispa de cálculo cruzando. Con una idea en mente, señaló hacia la calle, en dirección a las tiendas. ── Está bien, vamos a gastar esto ── comentó, levantándose ── Podríamos comprarte algo de ropa… Algo que parezca menos miserable de lo que llevas ahora. Jessie comenzó a andar, con la certeza de que el pequeño lo seguiría. La ropa era una opción segura, necesitaba ropa para dormir, pero mientras caminaba, una segunda idea le cruzó. Miró de reojo al niño, considerando la posibilidad de conseguirle algo diferente. ── Qué tal si también te compramos… no sé, ¿algo más? Algo que te guste a tí. Quizá algún juguete, algo que te distraiga mientras yo hago mis propias cosas… Era un capricho, pero uno que podría ser beneficioso a largo plazo. Con algo que entretuviera al pequeño, tendría menos que preocuparse por mantenerlo bajo control.
•
Reply
prot__alexis
@neptun-xep el niño parecía no tener salvación alguna, forcejeaba y se negaba rotundamente a irse con alguien que no fuese su ser llamativo, ¡no quería a nadie más! todos eran aburridos, todos eran poco llamativos, a excepción de Jessie que era una luz en su vida gris. no lo iba a dejar por nada del mundo. y tal cual el angel que era, llego en su salvación, en cuanto este apareció se solto rápido de la mujer y fue corriendo hacía él, abrazando su pierna y quedándose junto a él, ¡nadie lo apartaría de su lado! siguió al adverso a donde quisiese, no importaba ese detalle, lo que importaba era permanecer a su lado, tener su calidez y protección. aun sosteniendo la bolsito, en cuanto llegaron a su destino extendió esta para entregarla, no entiendia para que se necesitaban aquellos objetos, por lo que no le interesaba conservarlos y prefería entregarlos a quien de los había pedido. y ahora... volvían a moverse, al no comprender lo que Jessie decía únicamente entregaba silencio, silencio y miradas fijas, no había otra cosa que pudiese entregarle más alla de su lealtad absoluta, como si de un ser sin voluntad se tratase. ¿comprar? ¿qué era eso? sonaba tan extraño y enigmático, él seguía... sin responder nada, y únicamente había una chispa de curiosidad en su mirar, la voz parecía solo salirle en momentos de tensión.
•
Reply
neptun-xep
La fortuna comenzó a acumularse gracias a los transeúntes que dejaban caer monedas y billetes en la bolsa firmemente sujetada. "El pequeño ha aprendido rápido" divagó. Todo iba bien, hasta que la mujer apareció. ¿Quién se cree que es? Pensó, sintiendo la irritación tensar sus hombros mientras veía cómo se inclinaba frente al niño. Desde la distancia, no podía escuchar lo que decía, pero no le importaba. Podía ver la postura, una de lástima y preocupación, y eso sólo encendía más su irritación. La última cosa que necesitaba era una heroína tratando de "salvar" a su pequeña gallina de oro. Jessie se escabulló rápido entre la multitud, asegurándose de no llamar la atención. En cuanto estuvo cerca, observó a su mocoso abrazar la bolsa con todas sus fuerzas. Apretó los dientes al verlo resistirse cuando la mujer intentó levantarlo, claramente se veía asustado, y esa sensación fue sólo el empujón que necesitaba para actuar. Con un suspiro y una sonrisa amigable, se acercó y colocó una mano protectora sobre el hombro del niño que juraba proteger. ── ¡Aquí estás! Me tenías preocupado ── comentó, aparentando una calidez que le resultaba insoportablemente falsa, pero necesaria para mantener las apariencias. La mujer miró a Jessie, pareciendo aliviada y sorprendida a la vez, había qué explicar, y Jessie no quería dar explicaciones, así que sólo se lo llevó con un ritmo apresurado, reemplazando su mirada con una dura. ── ¡Idiota! Casi arruinas todo ── murmuró en voz baja, cuando estaban lejos en un callejón, apretando ligeramente el hombro del niño ── Pero al menos sabes hablar. El niño no respondió, y Jessie aflojó un poco el agarre, suspirando en un esfuerzo por calmarse. Por lo menos, habían conseguido el dinero del día. ── Vamos ── dijo en un tono más cálido, echando un último vistazo antes de girarse con el niño a su lado ── ¿Quieres que te compre algo? Mereces una recompensa… aunque por tus errores, no debería hacerlo, pero para ser tu primera vez fuiste útil.
•
Reply