"Nadie sabe que el más grande enemigo del ser humano es sí mismo con sus propios pensamientos" Soledad
 A la vista de todos, yo estaba sola; lo que más gracia me da, es que no saben que yo estoy acompañada. Aquellas hormigas que pasan y hacen ruido con sus pequeñas patas por la noche, eran mi compañía. Capaz, esos gusanos que brotaban de mi sin control, alimentándose de mis extremidades, no me hacían sentir ignorada y olvidada por todos; sentía que al fin le estaba siendo útil a alguien. Desde ese momento, en el que cerré los ojos, las visitas pararon de las personas tan queridas para mí, se habían olvidado de venir a ver qué tal estaba, tal vez.
 Pero después de todo, está bien... mi compañías son los insectos, que no les importa lo que soy, y aún así, me vienen a visitar, aunque sea para su beneficio; tengo compañía. No estoy sola.