quinientosseis

Sé recibir golpes, pero en este momento sólo necesito un poco de ayuda.
          	Siento que me ahogo, dios.

quinientosseis

Siento que voy a quebrarme y no sé a quién recurrir. ¿Realmente elegí tan mal? ¿Mamá tenía razón?
Contestar

quinientosseis

“— es que me enoja pensar que la seguís esperando, o que estás esperando que te hable o que te busque. 
          — no va a buscarme.
          — ¿y si te habla?
          — no va a hablarme, créeme.
          — ¿y vos no querés hablarle acaso?
          — sabes perfectamente que no puedo hablarle. si ella se acerca, debo alejarme, y lo mismo sucedería si yo me acercase. ya corté todo. además, no entiendo por qué estás tan enojada.
          — porque me veo en ella, y sé lo que duele.
          — entonces dejemos esto acá porque me dolería perderte a vos también por esto. ”
          
          Y fue la última vez que hablé de vos en voz alta. Y duele.
          Duele, pero me alegras. 
          Pero me quemas.
          Pero me haces reír.
          Pero me haces confiar.
          Pero me haces desconfiar.
          Pero me haces calmar mí temperamento.
          Pero me haces enojar.
          Y así es un sinfín de emociones. Todas tuyas.
          
          Tristeza:
          “Me pesa el corazón y el alma, y me tira para abajo cada que algo me recuerda a vos.”
          
          Rabia:
          “Odio la puta distancia porque me encantaría romper el contacto cero con tal de decirte que estoy en el aeropuerto.”
          
          Nostalgia:
          “Lamentablemente (para mí) sigue siendo una de mis fantasías favoritas.”
          
          Rabia:
          “Odio no poder dejarte ir totalmente.
          ¿Por qué no puedo enamorarme de nadie más? Me siento tan idiota al seguir a cualquiera que se parezca a vos, con tal de sentir un poco de calor.  Pero no son vos.
          Y lo odio.
          Odio tener que conocer a alguien más, joder. Lo detesto. No quiero conocer a nadie más.
          Yo quería que fueras tú. Deseaba y anhelaba con mí alma que fuera una puta telenovela donde los personajes terminan juntos siempre, y sin importar qué.
          Me siento tan estúpido. Siento que volví a ser el idiota de trece años que se enamoró por primera vez tan fuerte, que a pesar de haber sido básicamente golpeado con látigo en mano con tal de "enfocarme" en mis estudios, volvía a su lugar seguro; con quién creyó el amor de su vida. Y por quién no volvió a experimentar nada por años.”

quinientosseis

mierda, ¿por qué no podemos vernos? joder. odio todo.
Contestar

quinientosseis

a veces realmente me intriga saber cómo reaccionaríamos si fuera la última vez que hablamos, y no me malinterpretes. 
            me refiero a que no cabe en mí cabeza que alguien, específicamente tú y nuestra historia, hicieran tanto efecto y provocaran tanto amor por mí. ¿por qué? ¿por qué te enamoraste de mí? ¿por qué yo? ¿en serio yo?
            siempre amé nuestra historia y amé que me la repitieras porque no importaba cuántas veces te escuchaba, siempre ansiaba que me repitieras lo mucho que me amas.
            y dios, en tu ausencia es un loop que no me deja respirar.
Contestar

quinientosseis

Tristeza:
            “Y llegaste tú. Llegaste a base de mentiras, y yo te seguí sin quedarme atrás. Pero a pesar de todo, lograste hacerte paso entre mis muros y mis intentos de apartarte, o de mantenerte lejos.
            Realmente no importaba qué dijera o qué dijeras, lograbas hacerme interesarme más en vos. ”
            
            Desesperación:
            “Y con tantos años encima, hasta recé para deshacerme de estos sentimientos cuando ví que evidentemente no iban a irse solos como la primera vez.  ¿El tiempo de verdad cura? ¿Y por qué no me cura a mí? El maldito sólo hace que te extrañe más. Y ya no sé si debería confiar en él.
            Dios, ¿Qué te puedo decir? ¿Debería mentirte? Y si así fuera, ¿Para qué? No sé, no sé nada.
            Ni siquiera sé si debería escribir esta puta mierda. Dios.
            Desearía tanto poder arrancarte de mí y dejarte libre. Y no puedo. Y lo lamento tanto por ello.”
            
            Me siento ridículo explicándome al aire, intentando explicarte mis emociones otra vez, incluso cuando no estás conmigo.
            Sé que hay probabilidad de leas esto, así como yo leí tus escritos. Pero creo que estuve aguantando bastante y si no lo dejo salir, voy a llamarte.
            Y así como se lo dije a ella, no puedo llamarte.
            No puedo tocarte.
            No puedo verte.
            No puedo llamarte.
            No puedo hablarte. Aunque muera por hacerlo.
Contestar