un castaño desorientado se encontraba rondando los pasillos del edificio, alerta s cada sonido o movimiento a su alcance, llevaba su arma en mano. Nunca pensó que un juego para niños lo mataría, estaba escandalizado por el juego tan enfermo en el que tenía que participar.
— cálmate neo, todo saldrá bien — se consolaba mientras aguantaba las lágrimas, tampoco encontraba a su acompañante; Félix. Estaba muy preocupado por él. Caminó por un largo rato más, divisó la silueta de otra persona ...¿Era Koji?, no tenía ni la menor idea de que podría pasar si se acercaba, pero se arriesgaría.