[...] Sacarle los ojos y ocuparlos como esferas para ésta Navidad; sacarle el corazón y ponerlo a fuera de la puerta, ahí significará nuestro amor dudaredo y real; usaré sus intestinos para los lazos de nuestra boda; con sus costillas, forjaremos nuestros anillos; en nuestra fiesta, las serpentinas serán sus arterías y venas; sus pulmones serán los globos que adornen nuestro hermoso día... Él y yo, seremos muy felices.
—Do Kyungsoo, poeta amante de la vida.
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