"Sus labios sabían al paraíso, sus brazos rodeando todo mi cuerpo, sus respiración mezclándose con la mía, sintiendo cada sentimiento en ese momento. Éramos los dos al final de cuentas, en un sin fin de enredaderas, tal cual un angel elevandome al cielo y sin darme cuenta me dejaba caer con tanto recelo, tocaba cada parte de mi y como si de espinas se tratara, aquello me lastimaba, se sentía tan hermoso y duradero pero tan irreal desde luego, un ahogó lastimero, por supuesto."