la madrugada me consumió y mi teléfono pidió piedad al apagarse sin pensarlo dos veces, lamento no haberte dado las buenas noches, pero aprovecharé a darte los buenos días
snowie, no tengo espacio para hablar en situaciones de amistades ajenas, ¿se sienten como un hogar para ti?, quizás sea que ellos carecen de tiempo o de estabilidad por igual, pero tú estás por encima de todos, tú antes que nadie. contigo misma siendo feliz, no necesitarás de nadie más en un futuro.
(pregunta espontánea: ¿recuerdas la fecha en la que nos conocimos? llevo noches cuestionándolo, me conformo con una fecha aproximada, o tendré que ir a las penumbras de cuentas pasadas)
cursan las once de la noche y me encuentro en medio de.. no sé, no sé dónde estoy, estoy casi seguro que me leerás con retraso porque esto lo estoy enviando a las diez y cincuenta, es frustrante el poco tiempo que he tenido a tu lado
¿estás en el proceso de vacunación también? estoy feliz que hayas logrado lote localmente, recuerda que solo son unas horas feas de malestar, toma dosis adecuadas para neutralizar los efectos secundarios y estés segura
número tres: un pajarito me contó de que no efectuabas presencia por aquí, puede que esté lejos pero tengo ojos por todas parte (sin son de sonar bizarro) y eso solo me preocupó aún más. recuerda que puedes abarrotarme en quejas y augurios y siempre estaré escuchando, atento en ti
¿mi semejanza con miyamura es tanta? no me cachetees, pero en mis sesiones donde le doy tiempo al anime no he parado de ver a hori, ¿estás segura que no estamos en una situación similar a your name y no eres ella?
tiendo a encontrarme en un círculo vicioso dónde planeo mil cosas a tu lado pero la vida no nos da para tanto, ¿por qué no me reprochaste hace tres años? juro que no soy lento, solo distraído.
no hay por qué contemplar la posibilidad de nuestra vida longeva. si a los ochenta años ya necesitas ayuda para amarrarte los zapatos y el entusiasmo se esfuma que sea reemplazado con ternura y compañerismo, junto a unos conejitos que nos observarán postrados en unas sillas sin soltarnos de la mano.
(debes admitir modestamente que no te han hecho falta pretendientes, a la luz de una vela aunque no diga que eres hermosa en mi mente repito “pero yo la vi primero”)