Nunca sabrás con certeza cuando estarás preparado. Solo tendrás tus destrezas y quizá a Dios de tu lado. En la maleta llevo mis poemas y algunos lápices desgastados, si encuentras mi brújula por ahí, el norte probablemente esté desnortado. Apuntando alto a las estrellas con los pies bien enterrados, espero encontrarte en el camino si nuestros destinos vuelven a estar cruzados.