El amor propio es un tesoro,
que muchos no saben valorar.
Es la luz que nos guía en la oscuridad,
y la fuerza que nos hace levantar.
Es el amor que nos debemos a nosotros mismos,
y que a menudo olvidamos dar.
Es el respeto que merecemos,
y que a veces nos cuesta encontrar.
El amor propio es la semilla,
que nos hace crecer y florecer.
Es la llave que abre la puerta,
a la felicidad y el bienestar.
Es el amor que nos hace libres,
y que nos permite ser quienes somos.
Es el amor que nos da la fuerza,
para enfrentar cualquier obstáculo.
Así que, recuerda siempre amarte a ti mismo,
y no dejes que nadie te haga sentir menos.
Eres valioso y mereces lo mejor,
así que sigue adelante con la frente en alto.