┋Sus pies se movieron aún más ansiosamente al ver las actitudes tan tiernas del hechicero, casi deseando tomar esas mejillas para mimarlo, aunque quiere mantenerse desinteresado aunque su más profundo ser quiera recurrir a él para sentirse amado por alguien. Suspiro un poco confundido, no entiende el porque del dinero, ¿Acaso su vestimenta da a entender que es un marginado social?, ¿Porque le da dinero?. Tal vez quiere conquistarlo o esa fue la única explicación que pudo formular en su mente, tal vez es un detalle como los detalles que se dan las parejas entre ellos. Ladeó la cabeza ocultando y metiendo su arma vulnerable ahora en su bolsillo derecho de su pantalón rojo, tomándose el tiempo para agacharse sintiendo el ofrecimiento como una vil trampa. Tomó el saco tan pronto como se agachó y se levantó alejándose rápidamente sintiéndose como si hubiera robado algo. Tomó el saco cuidadosamente viéndolo sin mucho sentido, aunque decidió tomar el regalo guardando este cuidadosamente en el bolso izquierdo de su pantalón. No sabía que decir, pero tampoco quería parecer un maleducado. Se acercó lentamente pero lo suficientemente cerca como para estar a unos centímetros del rostro ajeno, lo suficiente como para no dudar en brindar un suave y cálido beso en la mejilla izquierda del contrario, un beso corto, dulce y agradecido. Sus pies siguieron moviéndose de forma ansiosa antes de alejarse un poco sin querer invadir del todo el espacio íntimo a pesar de que ya lo hizo antes. Simplemente está un poco nervioso, tímido, mostrando una parte de su verdadera y vulnerable persona detrás del espectáculo y del maquillaje de payaso. Escuchó esas quejas pero siendo sincero no sabe que significan esas palabras, nunca ha escuchado esa rara lengua por lo que simplemente prefirió ignorar y fingir como que no escuchó lo último.
