A mí preciosa flor de loto.
Ethan, tu nombre sigue siendo tan bonito
cómo la primera vez que lo escuché, aún
sigo sonriendo al pensar en ti y aunque
quizá mi forma de expresarme ha cambiado,
el amor que te tengo jamás lo hará, porque
cada momento que pasé a tu lado fue lo
más lindo que pudo ocurrirme.
Cambiaste mi vida, llegaste como una cálida
brisa de primavera en medio de un invierno, tú
lograste que floreciera y te volviste un pequeño
sol que iluminó cada uno de mis días, diste
pasos cortos para que jamás me hicieras correr
y te mantuviste aún cuando a veces lo único
que hacía era llorar entre tus brazos por cosas
que hoy me resultan algo poco importantes.
Me permitiste amarte y me mostraste un lado
de la vida que jamás espere conocer.
Puede que no veas estas palabras, solo quería
decirte que agradezco cada segundo a tu lado.
Agradezco tanto haber podido coincidir contigo
en esta vida y espero poder conocerte en otra,
solo para volver a abrazarte y llenarte de besitos,
para recordarte la maravillosa persona que eres
y lo mucho que mereces.
Te amo, de aquí a la luna a pasito de tortuga,
de ida y vuelta.