¡Hola Shallanaq!
Te agradezco mucho el que me hayas seguido. Eso me motiva mucho a seguir esforzándome.
Leo que tienes ideas, proyectos, historias que rondan tu mente pero que aun no has podido publicar. ¡Vamos! ¡Tú puedes! Lo más complicado es publicar nuestro primer capítulo, nuestra primera historia. Es como cuando eres el(la) nuevo(a) alumno(a) de la escuela. En principio da un poco de nervios, se siente algo extraño, pero después se vuelve habitual.
Cualquier cosa en la que pueda llegarte a ayudar no dudes en escribirme, siempre contesto.
No me extiendo más. Solo me despido de forma temporal. Espero charlar pronto, mientras eso sucede yo te dejo:
¡Un abrazo... un pulso... un sentir!
—Cathal Ryter—