˙ . ♡ . ˙ ── Quizá tuvo que quedarse en su pequeño apartamento acompañando a su hijo como todos los días después de trabajo, pero la invitación de ir a un restaurante había sido demasiado tentadora, así que ahora yacía frente a frente con desconocidos en unas citas ciegas que nunca había hecho una. 
          
          Estaba tensa en su asiento sin prestarle atención al desconocido sentado frente de ella, era agradable de mirar y todo eso pero simplemente no era su tipo, o quizás era que sin querer comparaba a todos con su anterior pareja. 
          
          El cambio de asientos fue anunciado luego de largos minutos eternos para ella con aquel muchacho que con amabilidad se despidió de él pero no iba a contactar con él después. Se sentó en el sitio acordado, y como no había llegado la cita a ciegas, retocó vagamente su maquillaje pero en la pantalla de su celular vio a quien parecía su cita. 
          
          — ¿Tu? ¿Qué haces aquí? —Preguntaba confundida, viéndolo de arriba a abajo con duda— No creía que caerías tan bajo como para estar haciendo citas a ciegas