Ayer hubo un mega apagón. Fuimos víctimas muchas personas, toda mi ciudad, mi estado y otros estados del norte de México. Fue una experiencia de película.
Había incertidumbre, había silencio, penumbra... al terminar el día: oscuridad total.
Fue como un Apocalipsis. Estaba frío, el hielo se derretía, la temperatura bajaba. Algunas velas en mi casa, algunas familias con fogatas. Al aislamiento, que de por sí da miedo, se le sumó el terror de no poder comunicarte con nadie. Las señales estaban caídas. Y, finalmente, caímos en un pequeño hoyo de desesperación.
Pero estamos bien.
Espero poder pronto escribir una historia con una premisa igual, porque fue tan interesante y terrorífico...
Bien se dice que la realidad supera la ficción.