-No eres mi tipo, de la misma forma que yo no soy el tuyo-dice-. Pero por eso somos buenos el uno para el otro. Somos muy diferentes, pero a la vez iguales. Una vez me dijiste que saco lo peor de ti. Pues tu sacas lo mejor de mi. Sé que tú también lo sientes, Tessa. Y, si, no me gusta salir con nadie, hasta ahora. Haces que quiera salir contigo, que quiera ser mejor persona. Quiero que pienses que te merezco; quiero que me desees como yo te deseo a ti. Quiero discutir contigo, incluso que nos gritemos hasta que uno de los dos admita que se equivoca. Quiero hacerte reír.. Te necesito. Se que a veces soy cruel.., bueno, casi siempre lo soy, pero eso es porque no sé ser de otra manera.-Su voz se convierte apenas en un susurro, y mira con los ojos desorbitados-. He sido así durante tanto tiempo que nunca había querido cambiar hasta ahora, hasta que te conocí.
Oh, Hardin, estoy alucinando. Me digo a mi misma.
-¿Qué mierda es esto, Tessa?-dice Noah, histérico.
-Deberías irte-susurro sin dejar de mirar a Hardin.
Noah da un paso y alardea triunfal:
-¡Gracias! Pensaba que esto no iba a acabar nunca.
-Noah, he dicho que te vayas-repito.
Ambos hombres respiran hondo. El alivio se adueña de Hardin, y le tomo las temblorosas manos y entrelazo mis delgados con los suyos.
-¡¿Qué?!-grita Noah- ¡No puedes hablar en serio, Tessa!
-Lamento mucho que haya sido así, de verdad-le digo.