° — Se puede decir que si, sin ser grave, los rusos estamos hechos para ser resistentes /asintió firmemente sin dudarlo, regresando de sus pensamientos, seguía permaneciendo igual de misterioso que siempre, disfrutaba los acertijos y ciertamente le gustaba ser uno si es que podía serlo, aunque por supuesto de vez en cuando se le soltaba la lengua con el americano tan solo era cuestión del momento preciso; pensamientos o platicas que se tratasen de asuntos más personales, no eran del todo su fuerte ni de su mayor agrado, ni siquiera con su compañero en quien realmente confiaba plenamente; pero la verdad es que depositaba una gran confianza en el americano y le tenía cierto afecto, si es que él podría llamarlo así, no podía olvidar como el americano le devolvió el reloj de su padre aquella mañana, fue un gesto que realmente significó demasiado para él aunque no lo supo demostrar del todo, si tan solo hubiera sabido hacerlo tal vez le hubiera abrazado, aunque prefería no pensar en ello porque lo importante era momento presente al estar ambos juntos en ese extraño lugar, le traía cierta estabilidad para no enloquecer de nuevo, y eso era algo que solo el americano hacía con él. El ruso sonrió suavemente. ° — Estoy de acuerdo Cowboy, solo hay un ligero problema… /miró a su alrededor, a su idea principal de invitarle un trago a su compañero le había faltado algo muy clave ¿de dónde sacaría la botella de licor en medio del bosque o en lo que sea que estaban? Si, no había pensado en eso por estar distraído pensando en el americano… Bueno, no en el americano nono, bueno si pero prefería ya no pensar en eso nuevamente ya se había visto muy torpe de su parte invitando un trago sin licor.° — Que no traigo una botella conmigo… /terminó de decir con cierta vergüenza pues lo dijo en un tono más bajo, arrastrando sus palabras como si le costase decirlas, si que sentía como un idiota en esos momentos y le disgustaba porque el americano estaba ahí para ver su “momento de idiotez”.
