nano ִֶָ⠀

Si amarras o ne

una disculpa 

yo pensé que te habías fuyido

JAKSKSKS no mentira, obvio no 

Naofumi lo miró en silencio un instante más, como si quisiera grabar cada palabra en la memoria. Luego dejó los palillos sobre el borde del tazón y apoyó una mano, suave, sobre la de Yunseok.
            
            ──No tienes idea de lo que me haces sentir cuando hablas así... ──dijo con una sonrisa que le subía despacio a los labios. Se inclinó un poco hacia adelante, acortando la distancia como si quisiera que lo oyera no solo con los oídos, sino con el corazón──. Cuando sonrío así es porque estoy feliz... y siempre que estoy contigo lo estoy. Me haces sentir seguro, como si el mundo pudiera quedarse quieto un rato solo para nosotros.
            
            Volvió a tomar los palillos y probó un bocado más, dejando que el sabor le arrancara un suspiro satisfecho.
            ──Está increíble... te advierto que, si sigues cocinando así, no voy a tener escapatoria. Me vas a enamorar todavía más, y no sé si mi corazón pueda con eso ──sus ojos brillaron con picardía antes de volver a enfocarse en el tazón. 

Naofumi se quedó quieto al escuchar las palabras de Yunseok. “Te ves feliz”. No era una pregunta, pero igual le nació responder, como si algo dentro de él se abriera sin esfuerzo.
            
            ──Lo estoy ──dijo sin rodeos, con una sonrisa tranquila, de esas que salían cuando no había cámaras ni presión, solo ellos──. Mucho. Y es por ti.
            
            Lo miró directamente. Sus ojos eran oscuros, cálidos, llenos de una luz que solo brillaba así cuando estaba cerca de él.
            
            ──Me haces feliz de una forma que no sé explicar del todo. Siento que estoy lejos, pienso en ti y me dan ganas de volver a casa. Y no hablo de un lugar, sino de ti.
            
            Luego, con una sonrisa que se tornó un poco más traviesa, bajó la vista al ramen, al vapor suave que seguía subiendo y a los ingredientes perfectamente colocados. Era su platillo favorito. Hecho por la persona que amaba. Algo tan simple que se sentía perfecto y especial. 
            
            Y entonces dió otro bocado. Apenas lo hizo, cerró los ojos un segundo como si todo lo demás pudiera esperar. El sabor era familiar, pero también tenía algo nuevo.
            
            ──Esto está increíble... ──murmuró, con una honestidad completamente desarmada. Le lanzó una mirada fugaz por encima del tazón, con una sonrisa ladeada, pero los ojos suaves, casi brillosos. Como si cada cucharada fuera una forma de decir “te amo” sin decirlo en voz alta.
            
            ──No sé qué pusiste aquí ──añadió en voz baja──, pero juro que siento que me enamoro aún más de ti cada segundo. 
            
            Y volvió a comer, feliz, con las mejillas llenas y apenas sonrojadas por el calor de la comida... y de él.

Naofumi lo miró con los ojos grandes, abiertos, como si todo su cuerpo estuviera absorbiendo cada palabra. El calor del ramen en la mesa era nada comparado con el calor que sentía en el pecho, justo donde se le había acumulado ese amor tranquilo y a la vez imposible de contener.
            
            ──Han Yunseok... ──empezó, y su voz fue un poco más firme esta vez, aunque igual de suave──. No eres perfecto. Y no tienes que serlo.
            
            Se inclinó un poco hacia él, como si se acercara a algo delicado.
            
            ──Tú cargas con tanto todo el tiempo... tienes que ser el líder, el ejemplo, el que nunca se equivoca. Pero conmigo no. Conmigo puedes ser quien eres. Incluso cuando no sabes qué decir, cuando dudas. Eso es lo que te hace ser perfecto. Perfecto para mí.
            
            Sus palabras no tenían nada de grandilocuente, pero llevaban todo lo que sentía. Lo sostuvo con la mirada, como si quisiera que Yunseok pudiera verse por un momento como él lo veía.
            
            Pero entonces, claro, su atención se desvió. Apenas escuchó la palabra postre, sus pupilas se iluminaron como si acabaran de decirle que había ganado la lotería. Sonrió sin poder evitarlo, esa sonrisa suya que curvaba la boca y le encendía la mirada de una forma casi infantil.
            
            ──¿Hay postre?
            
            Y sin siquiera esperar respuesta, se inclinó hacia la mesa y tomó los palillos con manos rápidas pero delicadas. Cerró los ojos un segundo, como si hiciera un pequeño ritual privado, y murmuró:
            
            ──Itadakimasu… ──le salió del alma, como si no pudiera contener a veces su origen aún después de haber pasado años en otro país. 
            
            Luego empezó a comer, sin prisa pero con emoción evidente. Estaba feliz. No solo por el sabor, que claramente amaba, sino porque Yunseok había cocinado para él, y además claramente motivado por ese postre misterioso que le esperaba después. Aunque, en el fondo, sabía que nada podría ser más dulce que la persona sentada frente a él.

Sí, ok, me pones nervioso incluso con mirarme. 

Ok pero tú te ves más guapísimo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀L'amour de ma vie. ♡

Y no hay nada en el mundo que quisiera más que pasar la noche en una cita con el chico más lindo y que más amo, así que sí, me encantaría. 

Eso es porque eres al único que puedo admirar de esa manera, pareces una obra de arte. 

Vamos, vamos. Me muero de emoción. ☺️

Me hace muy feliz que te haya gustado, mi corazón, te amooooo. 

Gracias por tanto.

Yo te quiero muchoooo.

NO TE ODIO. ❌️

AH NO YA ENTENDÍ JAJJSSJJSJA 

¿Cuál adolescencia, amor? Si todavía seguías haciéndolo hace unos meses, JAJSJAJA. 

No me importaría si las usas conmigo, pero te juro que no me perderás. 

yesyesyes, always yes

Iba a decir que son mis padres, pero desde lo de angelita ya no se puede decir nada...

AH OKEI, casi te funo. Tu tomate tu tiempo, tranquilo, igual sé que naoto te esperará hasta que ambos estén preparados para dar el siguiente paso.

La ansiedad social pega muy fuerte, pero es entendible. Lo bueno que ya poco a poco estás socializando por lo que veo.