"Han entrado en la tienda, la niña está pidiendo algo a lo que el padre le responde buscándolo y ofreciéndoselo. Nada me llama especialmente la atención de ellos. Pasan las horas y esta escena se repite una y otra vez.
Vienen a pagar y yo sonrío, como siempre. La niña se dirige a mi, dice algo así como que tiene una tía que se parece mucho a mi. Tiene el mismo pelo que yo, o se peina igual. No me queda muy claro. Habla muy rápido, no debe tener más de 5 años. Yo sonrío mientras le digo al padre el precio. El hombre saca la cartera y la niña sigue hablando. Su tía, la que se parece a mí, le deben gustar mucho los donuts. Mientras el padre me da el dinero y la niña va saliendo a la calle la oigo que me dice "pero menos mal que mi tía no es una camarera". ¿Me río? Sí, eso es lo que hace su padre al escucharla. Y yo hago lo mismo. Pero niña, me he quedado con tu cara. Y las palabras molestan, pero uvas pasas en las chuches... Eso, eso sí que jode"