Te ha pasado que de repente conoces a alguien que voltea tu mundo de cabeza?, que te hace dudar de tantas cosas? De pronto confundes todo. Incluyendo tus sentimientos. Te hace sentir tan bien que comienzas a pensar cosas equivocadas. Temes hacer o decir algo que pueda alejar a esa persona de ti. Haces todo lo posible por ser perfecto para no meter la pata.
Lamentablemente, Llega un momento en el que ya no puedes ocultar mas tus problemas internos. Simplemente explotas. Y lo haces frente a esa persona. La cual te dice que no te preocupes. Que te entiende. Y que no le importa nada. Que a pesar de ser como eres, seguirá ahí. Para ti. Te hace sentir bien...
Pero como dicen, no todo es felicidad. No todo es real. Y es algo que siempre supiste. Siempre tuviste claro. Solo que lo olvidas por un momento. Y confías. Confías en que tu asquerosa personalidad no alejara a esa persona. Que estará ahí siempre. Pero no. Tu confianza caerá en el momento en el que alejes a tal persona. Cuando hagas o digas algo que haga que esa persona simplemente prefiera estar lejos de ti.
En ese momento te darás cuenta, que digan lo que digan, al final se irán. Por qué? Porque tu falta de tacto, tu personalidad, tus arranques de ira o simplemente tu mal humor, provocaran eso. Lastimaras a cualquiera. Y lo único que quedara será sufrir las consecuencias. Olvidar tu orgullo, y disculparte.
Aunque tal vez ya sea demasiado tarde...