Acabo de discutir con la mujer que me dio la vida por culpa de la ropa que me gusta usar.
Perdóname, mamá, por no ser la niña rosa con vestidos de princesa que querías que fuera.
Perdóname, mamá, por no sentirme cómoda con vestidos, faldas y ropa ajustada.
Perdóname, mamá, si me compro ropa oversize y hoodies, porque es lo único que me hace sentir cómoda conmigo misma.
Perdóname, mamá, por ser yo misma. Ya sé cómo comportarme la próxima vez.