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— hm, no me esperaba eso... ¿ acaso me parezco a esas chiquillas hormonales, jeordie ? — pregunta emitiendo una pequeña risa notando el sonrojo en sus mejillas, sus uñas suavemente raspando la piel de la mejilla ajena (cuidando de no dañarlo, claro) mientras el contrario se dispone a analizar en profundidad la situación de encontrarse con su persona de esa manera, todo hasta que las risas del bajista se presentaron tras su inesperado comentario.
            los brazos en su cintura lo derritieron, y más la forma en que este fue capaz de echarlo hacia atrás al sostenerlo de su pierna, vaya, lo volvía loco.
            
            — ¿ y tú ? ese vestido que traes es tan lindo que dan ganas hasta de quitártelo. — murmura solo para ser escuchado por él, un típico comentario con algo de doble sentido, natural del músico originario de ohio, quien ahora está siendo besado por el hombre que ama, y él no lo piensa un segundo, correspondiéndole casi al instante mientras sus ojos se cierran, dejándose llevar por la tranquilidad de no tener a nadie que los rodeara para interrumpirles.

@strangesamedogma 
            
            
            ramirez y manson eran un par increíblemente particular, ambos podían terminar en situaciones muy diversas, un día peleando, luego llorando (no olvidemos los vicios), y en otros momentos en encuentros acalorados, demasiado (con decirles que manson ha llegado a realizarle una felación al más joven por unos años, oh sí), los fanáticos de la banda ya estaban acostumbrados, sabían que era normal, los conocían, pero por otro lado sus haters los veían como unos ridículos enfermos, vaya, qué interesantes son ambos bandos, ¿ no creen ? pero al final del día a ellos les daba igual, pues a sus propios ojos eran solo un par de compañeros disfrutando de sus alocadas vidas de alguna forma que era complicado de explicar si no están tratando con alguien conocido para ellos.
            o sea... sí son dos tipos drogados con la cabeza por cualquier lado, pero aún cuando no están metiéndose sustancias distintas a sus sistemas, disfrutan mucho juntos, siendo solo... ellos mismos, ni más ni menos.
            
            brian enseñó una sonrisita ladina ante la reacción contraria, acomodando su larga cabellera detrás de sus hombros mientras logra por fin llegar a la presencia del de vestido rosa.

el jóven de cabello trenzado estaba en lo suyo, lo que sea que estuviera haciendo ya no era de importancia alguna porque hasta se le había caído de las manos quedando totalmente embelesado con la manera en que su mejor amigo, compañero y persona especial se había presentado ante él dejándolo boquiabierto. — mierda brian... no me espantes así, por un momento pensé que eras una de las groupies — comentó fingiendo demencia aunque el rubor creciente en sus pálidas mejillas estaba siendo imposible de ignorar, tragando en seco mientras sus manos pasaban a rascar y tocar la parte de su propia nuca en un intento de guardar la calma, su otra mano por otro lado se sujeta del borde del vestido color rosado que llevaba puesto en estos momentos. estallando en risas ante el último comentario mencionado por el vocalista de the spookies, su sonrisa se hizo aparecer siendo esta una ladina y acortando la distancia entre ambos envolvió la cintura del más alto para así inclinarlo hacía atrás mientras su mano contraria tomaba de su muslo como la típica escena de recién casados donde el novio se inclinaba sobre la novia para besarla. y es así que en un susurro le dice — te ves precioso — para seguidamente presionar con inicial suavidad que va escalando hasta ser un contacto más profundo que le roba el aliento. provocando que el roce de sus labios generé un chasquido.