studator_damian
—Mmm, Asahi.~ —Las fosas nasales de Lacrontte yacian enfrascadas en la nuca del más bajo, teniendo que inclinarse tan solo un poco para poder llegar a dicha zona. Esas hebras rubias le hacían tantas cosquillas al punto de hacerlo soltar pequeñas risitas. Nuevamente, aspiró el aroma embriagante con el cual su nariz se removía satisfecha ante la presencia de su característico olor a miel. Llegó a pensar que podía llegar a ser confundido con un híbrido de abeja ¡Mmm! ¿Será posible eso? Jamás había visto uno, pero, ¿Cómo no asemejarlo con el dorado de sus cabellos y su sonrisa tierna que podía calmar cualquier tormenta? Aunque eso no era todo, esa linda actitud podía cambiar en un dos por tres ante injusticia y otros disgustos, de ahí, sería mejor evitar aquel aguijón. Ah, ¿Pero qué decía? ¿La sensación térmica acaso iba en aumento? Su cuerpo empezaba a sentirse caliente, puede que su aparente fiebre decidiera regresar sin importar que, además, la acumulación de saliva en su boca y el creciente dolor en sus caninos iban en aumento. —hueles divinamente bien.~
stuprey_atraidos
@studator_damian —¿A ti que bicho te picó, Damián? ¡Por tu culpa me esta incomodando ahora! —quejándose no apartó su mirada de molestia del azabache, con la zurda acariciando su propia cabeza en la zona donde lo había golpeado, intentando apaciguar el pequeño punzón de dolorcito ganado; aunque, en realidad lo que quisiera ahora mismo era llevar su palma hasta su nuca todavía inquieta. Se sentía tan extraño... tan distinto; realmente por unos segundos creyó estar acorralado por él. Ni siquiera podía explicarlo cuando ese sentido de alerta quiso empujarlo a correr como si su vida dependiera de ello, mientras que, también lo hacía tan inútil como para no mover sus piernas. Igual que una «presa». Asahi tragó un poco de saliva sin apartar su mirada de él, saliva... —Ya estas grandecito para saber limpiarte la boca —una pequeña risa final lo acompañó, intentando sonreír con mofa. Pero, oh, ¿no estaba retrocediendo demasiado? El pequeñísimo sonido de sus mínimos pasos hacia atrás, casi deslizando sus pies en un afán de su cuerpo por no hacer ruido.
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stuprey_atraidos
@studator_damian Era increíble pensar que las flores fueran el causante de esta «catástrofe», ¡ya ni siquiera podía tocarlas por precaución! Sí..., no eran tooodas las flores, solo las que trajeron del amazonas y tampoco era un depredador como para contagiarse, pero de cualquier forma con lo único que podía entretenerse era con esa nueva «cosita» sin aparente forma, metiendo la aguja y el hilo para seguir intentando que eso salga bien. Ya era suficiente haber hecho el anterior como para que ahora ande pinchando sus propios dedos otra vez al repetir cada error. Asahi volteó hacia los lados, no quería que nadie lo viera haciendo esa actividad y también por precaución. Debería andarse encerrando en algún lugar para mantenerse seguro, pero estar tanto tiempo escondido no era su «fuerte». Como mínimo se fue «lejos del problema», arriesgándose a encontrar un lugar que parezca darle la privacidad. Bueno, por ahora lo único que tenía consigo era la ventana al soñado exterior y la puerta abierta de esa aula vacía para sí mismo. Claro, seguro escucharía bien; si algo sucedía puede cerrar la puerta y, ¿reventar la ventana para irse? ¡Debe ser un lugar seguro! O eso creyó hasta el momento que su propio nombre vibró en sus oídos, hasta que sintió esa tensión tan cerca de su nuca. Su cuerpo quedó estático ante la alerta natural de sus nervios, apresado a pesar de la libertad del ambiente. Poco a se fue encogiéndose de forma inconsciente, ¡no entendía nada! ¿Por qué decía esas cosas? Mejor dicho, el modo en que hablaba era lo más extraño, sobre todo cuando esa voz la conocía muy bien... Acaso, ¿esa era una nueva manera de querer fastidiarlo? Y, a pesar del hormigueo creciente, un fuerte cabezazo golpeó hacia atrás para por fin alejarse de quien sabía se trataba de Lacrontte.
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