susurrosuaves

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divinegarbage

ㅤㅤkyoko, escucha su propio nombre como impío, y se percibe como quien no debería tener amor en su vida. kyoko guarda sus secretos bajo la tinta de cada frase que escribe en el papel, y nunca menciona el dolor de cada estrofa al ser escrita.
          
          camina en la acera con el rostro agachado, la música retumba en sus oídos, un ritmo triste que solo kyo podía escuchar, un ritmo que contribuye a aquel vacío que ignora por su propio bien, pero que solo puede ser llenado por otro ser: rue vidél.
          
          a kyo le parecía curioso poder amar tanto a alguien como a rue, le sorprendía siquiera tener amor en sí mismo, un amor que no se tenía a él, pero sí a un ser ajeno que parecía amarlo con la misma intensidad.
          
          ahora, caminaba hacia el hogar contrario, subió por el elevador con pasos pesados, como si llegar con él estando así fuera una malagradecimiento, como si aquella tristeza fuera tan estúpida como el amor que recibía.
          
          sacudió su cabeza antes de tocar la puerta con debilidad, temor casi. y esperó, como si fuera su única misión en el mundo, esperarlo a él y el amor infinito que le daba sin pedirle nada más que sonrisas y cariño.

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⠀⠀ Su palma que en un acto de torpeza corría la tinta fresca era esa clase de errores que no se podía permitir:⠀ ahora en documento estaba arruinado, su firma irreconocible y él, cansado.⠀ Pero no ese cansado de trabajar, si no de que simplemente no existían intenciones de hacerlo.
            Pues no tenías que prestarle mucha atención para notar la insistencia de su mirada sobre el reloj de pared, el de muñeca, y regresar nuevamente al papel.⠀ Aunque sea simplemente para arrugarlo y dirigirlo a la basura, entre algunos más.
            
            Rue no es complejo, había sido escrito para ser el niño nacido rico, que trabajaba por un deber moral e intentar distraerse de ese tiempo en soledad, que en realidad jamás le causo molestia.
            De hecho, el día que conoció a Kyoko logró percatarse de que en realidad existía algo en su corazón que se hacía pequeño cuando él se marchaba, ese mismo algo que le producía un mimo al permanecer juntos.
            
            Y entonces las manos se frotan contra el jabón, sus cejas fruncidas acompañaban a la dificultad de sus cuestiones internas:⠀ "aquello lo puedo terminar luego, ¿que cocinaré?"
            Sabiendo que no lo haría solo, inclusive sentía motivación.
            Y fue de sorpresa que algo si le respondió, el pequeño golpeteo que, de alguna manera, le resultaba familiar.
            ─── ¡voy! ───
            
            Ni siquiera se tomó el tiempo de secarse, inclusive palmó en la cabeza al nuevo integrante de la casa, como si le estuviera preparando para su presentación y, finalmente, quitó los seguros para abrir la puerta.
            
            ─── ¿kyo? Que bueno que llegaste, te estaba extrañando ─── dice, como si se tratara de un pequeño puchero.⠀ hasta que busca la mirada ajena, y como si se tratase de una adivinación, le envuelve en brazos, fuertemente.
            ─── hey...⠀ ¿paso algo hoy? ───
            @divinegarbage  
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ㅤㅤ─────ㅤ /ㅤ kyo se acerca por detrás, recarga su rostro contra la espalda contraria, soltando un suspiro;ㅤ buscando palabras, hunde su rostro más en él, avergonzado de no llenar el vacío de conversación entre ellos.ㅤㅤㅤ úhmㅤ ¿no tienes frío, rue?ㅤㅤㅤ /ㅤ pregunta rápidamente, abrazándolo por detrás, piel erizada por el frío genuino del apartamento en aquel momento.

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⠀───⠀⠀╱⠀ un escalofrío recorre su cuerpo más, contrario a la palabra, parece derretirse.⠀ suspira por lo bajo, manteniendolo cerca en cada movimiento, inclusive hasta encontrarse entre las sábanas.⠀ la palma aprovecha la situación para colarse bajo la remera de kyo, acariciando la espalda, baja.⠀⠀ kyoko, me vuelves loco...⠀⠀╱⠀ recuerda la frase contra su oreja, apartando suavemente la cabeza hacia un lado.⠀⠀ pfft, quédate quieto, si te mueves explotare.⠀⠀╱⠀ admite, afirmando un poco más el agarre.
            @divinegarbage  
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ㅤㅤ─────ㅤ /ㅤ kyo se acurruca en el pecho ajeno, ignorando la timidez que usualmente tiene.ㅤㅤㅤ entonces dame calor.ㅤㅤㅤ /ㅤ murmura contra la oreja del contrario, colgandose de su cuello, y tambaleandose mientras lo arrastra hasta la habitación sin decir nada más;ㅤ divertido, los avienta a ambos contra el colchón, acostándose encima suyo.ㅤㅤㅤ me gusta ser meloso, ahora te entiendo.ㅤㅤㅤ /ㅤ murmura contra el contrario, sonriente.
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⠀───⠀ ¿frío? sinceramente...⠀⠀╱⠀ las palabras son algo lentas;⠀ concentrado en un par de papeles frente a él.⠀más rápidamente los abandona al sentir los brazos rodeandole.⠀ la mano propia se coloca sobre las ajenas por segundos, acariciándole, para finalmente voltearse y encontrarse frente a frente.⠀⠀ tengo algo de calor.⠀⠀╱⠀ como un susurro.⠀dandole protagonismo a los dedos que se destinan a la cintura impropia.
            @divinegarbage  
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ㅤㅤㅤㅤ a tan temprana hora, kyo no distinguía el ruido de la ciudad con aquel que venía de su propio hogar, a veces entre sueños mezclaba todo lo que ocurría a su alrededor, terminando por hacer una mezcolanza de su realidad y aquello inventado.
          
          ㅤㅤㅤㅤ entre aquellos sueños no escuchó los pasos pesados de rue por su apartamento, y en su lugar se acurrucó contra su cama aún más, no sabía qué hora era, pero entre más minutos pasaban con aquel chico caminando, más consciencia ganaba, hasta que se incorporó por completo en su cama.
          
          ㅤㅤㅤㅤ sentía los ojos pegados, como si se negaran a abrirse del todo, negándose a cooperar con la rutina del pobre kyo. caminó hasta su baño en completo silencio y, sobretodo, desganado mucho antes de comenzar el día.
          
          ㅤㅤㅤㅤ cuando salió se topó, finalmente, con el intruso de su hogar, frunció el ceño y habló. ───── ¿no tienes nada mejor que hacer tan temprano? ───── dijo arrastrando palabras entre bostezos, ignorando la mirada divertida del contrario. preparándose un cereal sin siquiera mirarlo a los ojos, aún muy dormido para darse cuenta de su actitud defensiva con quien usualmente apenas y podía hablar sin tener el rostro hirviendo.

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⠀⠀ una suave sonrisa, siente un perfume dulce que se mezcla perfectamente con el aroma del snack.⠀ el sonido del masticar retumba en su cabeza, y realmente está aguantando las ganas de apretar las mejillas llenas de kyoko para buscar aquella reacción que tanto le divertía.⠀ aún así decidió simplemente acompañar, entiende lo que es tener una mala mañana, esa era la razón por la que estaba allí.
            
            el beso es bienvenido en la mejilla, tanto que rue siente derretirse, conforme.⠀incluso se le escucha una pequeña risa, aquellas mudas que se escapan aún teniendo la boca cerrada.
            ─── lo sé dormilón, buenos días. ─── es lo último que dice antes de rozar sus labios contra la oreja, algo juguetón.
            finalmente reincorporándose, para arrastrar una silla lo más cercano al recién despierto. ─── no tienes que pedir perdón, no me hubiese ido de todas maneras ─── tomando asiento a su lado, un codo sobre la tabla, observa el cereal con algo de curiosidad acostumbrado a las comidas elaboradas, piensa que tal vez tuvo que haber comprado algo rico antes de ir.
            
            al escucharle preguntar, no tarda en regresar el ver sobre el peli- claro.
            ─── solo si tú piensas quedarte aquí el resto del día ─── es meloso.
            apoya su barbilla sobre la palma y, por segundos, recuerda el beso de minutos atrás con ternura. las mejillas se tintan suavemente, casi invisible:⠀de aquellas reacciones muy complicadas de ver en él, por no decir imposibles.
            ─── ¿y si hoy solo dormimos? quiero abrazarte todo el día y noche, me siento cariñoso ─── 
            @divinegarbage  
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ㅤㅤ kyo niega suavemente, pero su ceño fruncido parece decir otra cosa. cuando despierta, realmente despierta, su rostro toma un color rojizo, parecido al de la salsa de pizza que suele preparar, pero se niega a dejarse ver.
            
            el aliento golpea fresco y caliente contra su oreja y cuello, y lo único que logra hacer es suspirar como si aquel sonido fuera una canción de cuna, relajándose en los brazos contrarios.
            
            ───── me despertaste... ───── murmura con la boca llena de cereal, apenas audible y entre crujidos de aquel alimento, pero ahí, flotando como una acusación de un niño que despertó de malas y no sabe disculparse.
            
            ───── lo siento, no te vayas ───── le dice al fin, avergonzado, como si admitir lo que siente fuera un crimen, y rue el carcelero que se burlaría de su confesión.
            
            luego de segundos, gira a besar su mejilla, aún con ese rostro de molestia incomprensible que solo rue podía descifrar con un poco de cariño y tiempo con él.
            
            si kyo era sincero, no supo cuando, para rue, él era ya un libro abierto, porque kyo aún después de tanto, no podía leerlo tan fácilmente, tampoco lo necesitaba, pero quería sentirlo, esa parte de conocerlo mejor que él mismo. ───── ¿quieres quedarte aquí el resto del día? ───── preguntó, voz suave, rostro relajado y la boca libre de comida, y actuaba como si no muriera de ganas de estar a su lado todo el tiempo.
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⠀⠀toca la puerta, una, dos veces, inclusive tres; las suficientes para que rue comprendiera que de aquella manera no obtendría la respuesta que deseaba.
            suspiro, negado a marcharse sin haber cumplido el objetivo:⠀ el de siempre, estar por lo menos un segundo con su kyo.⠀¿a caso era muy temprano, o simplemente estaba enloquecido por un dormilón? pero antes de continuar divagando, existía una posibilidad..⠀ levanta la alfombra de "bienvenida" en los pies de la puerta y, allí, la llave.
            sonrie, sabiendo que obtendrá lo que buscaba, pero al mismo tiempo se apena.⠀no por sus acciones, si no por lo fácil que había resultado.
            
            ingresa, primero la cabeza, luego el cuerpo, cierra.
            
            no era territorio desconocido, el aroma le hacía sentirse en casa, y como si estuviera en la suya poco le preocupa el ruido.⠀observa su alrededor, pasos por aquí, pasos por allá, inclusive revisa el baño.⠀íntimo, pero no más que su primera acción al finalmente ingresar:⠀ sin temer despertarle, las palmas en las mejillas impropias, un beso en la frente.
            
            y cuando finalmente logró atraparle
            ─── ¿que mejor que ver a mi kyo temprano? ─── sonríe suave, le observa divertido: agradecido. 
            torpemente acaricia los cabellos que se deslizan a su próxima actividad. y rue, como cachorro, le persigue.
            ─── ¿quieres que me vaya a casa? ─── susurra, con aquello es suficiente. pues la cabeza sobre el hombro y las manos que lo envuelven recortan lo necesario su espacio, tanto como para que kyoko alcanzara a escuchar el respirar suave sobre su oreja.
            @divinegarbage  
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ㅤㅤElizabeth avanzó por el corredor iluminado apenas por la tormenta que golpeaba las ventanas. La casa siempre parecía contener la respiración cuando Victor se perdía en sus pensamientos, como si cada pared temiera romper el frágil equilibrio de su mundo interior. Ella lo encontró en la sala contigua al laboratorio, inclinado sobre un cuaderno que no tocaba, mirando la madera como si buscara descifrar una vida entera escrita allí.
          
          ㅤㅤNo dijo nada al principio. Se acercó despacio, sus pasos suaves, casi flotados, como si temiera perturbarlo. Sus manos, entrelazadas delante del vestido, se aflojaron apenas cuando estuvo a menos de un metro. Observó el ligero temblor en sus hombros, la rigidez contenida en su respiración. Y entonces, con un gesto cuidadoso, dejó sobre la mesa una pequeña flor que había recogido en el jardín antes de que empezara la lluvia, una flor blanca que aún conservaba gotas transparentes entre los pétalos.
          
          ㅤㅤSolo cuando él levantó la mirada, desconcertado por el gesto, ella permitió que su voz rompiera el silencio: —No quería interrumpirte… solo pensé que quizá necesitarías algo que no doliera tanto al mirarlo.
          
          ㅤㅤDespués de eso, no esperó respuesta. Se sentó a su lado sin tocarlo, dejando un espacio respetuoso, protector. Su postura era abierta, atenta, lista para retirarse si él lo deseaba, pero también firme en su propósito silencioso de acompañarlo.
          
          ㅤㅤMientras la tormenta seguía afuera, Elizabeth permaneció allí, suave y luminosa, sosteniéndole el mundo sin que él tuviera que pedirlo, o necesitarlo.

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Los auriculares de Fezco retumbaban, tanto que era imposible escuchar algún sonido proveniente de afuera. La base sonaba sucia, densa, como si el bajo le presionara el pecho desde dentro. A veces bajaba el volumen, solo para comprobar si el mundo seguía ahí, y sí, seguía: la calle seguía oliendo a aceite quemado, a cigarro viejo y a sudor barato. Los perros husmeaban bolsas de basura, los autos gruñían con ese ritmo tosco de motor cansado. Todo igual. Siempre igual.
          
          Sus ojos viajaban por todo su alrededor, pero se enfocaba en no perder de vista a aquel demonio que, con pocas —muchas— opciones, llamaba su amigo. Mikan. El tipo caminaba a su lado con esa calma fingida, como si cada paso no pesara toneladas de mierda encima. Lo conocía desde que la calle los escupió en el mismo charco, y aunque ya no se decían mucho, Fezco sabía leerle la sombra en la mirada. Mikan tenía el tipo de silencio que vibra, el que anuncia tormenta o sangre.
          
          El cielo se estaba cayendo a pedazos sobre los edificios rotos, y la ciudad respiraba con dificultad. Fezco se subió la capucha y apretó los puños dentro del abrigo. Tenía las manos entumidas, no sabía si por el frío o por la costumbre de no sentir. Cada esquina era una historia que ya no quería recordar: gente durmiendo en portales, cabrones vendiendo sueños en bolsitas, niñas con la infancia tatuada en los ojos. Y él ahí, como si fuera un espectador mudo de su propia ruina.
          
          El sol empezaba a colarse entre los edificios, cortando el aire gris con líneas naranjas que no calentaban nada. La ciudad parecía una herida mal cerrada. Mikan seguía caminando delante, con el paso tranquilo de quien carga un secreto, y Fezco lo seguía, medio dormido, medio despierto, con la música rompiéndole los oídos.

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⠀⠀⠀Navegando entre su sociedad de basura, empujando suavemente contenidos desastrosos sin siquiera intentar levantar los pies, aquellos que arrastra;⠀ desentonaba con claridad, aunque aún así compartían naturaleza.
            Mikan había retorcido el concepto de su existencia, tanto que inclusive⠀"la mosca que se encontraba en el oído de Fezco"⠀ se volvía una prueba de su realidad.
            
            ⠀⠀⠀Él sabía porqué allí se sentía más cómodo que en casa, pero no lograba entenderlo. No comprendía aquella extraña necesidad de regresar a su hogar si los insectos cenaban allí, de la suciedad.
            
            ⠀⠀⠀Poco a poco se encorvaba más, observaba el suelo, se hacía pequeño mientras se ahogaba en⠀«quien sabe qué»⠀ de su extraño pensar...⠀ Así es como frena abruptamente, se estira, desenrolla y gira hacia su compañero, ahora fezco era diminuto, pero no más que el pitido que se escapaba de sus cascos,⠀"aquella mosca"⠀ que indicaba aún su caminar.
            
            ─── ¿a dónde vamos? ─── pregunta, con unos mechones ya mojados atravesando su rostro, disfrazandolo de recién bañado:⠀ le gustaba, y por eso mismo se preguntaba la razón por la cual parecían esconderse, inclusive el sol había huido. ─── yo paseo ───
            
            ⠀⠀⠀En su secuencia parece ni haber pestaneado más que dos veces, cuando creyó que Fezco, en realidad, le estaba sonriendo, era lo que siempre veía.
            @fezgoth  
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