Extraño tu hermoso cuerpo bajo el mío, extraño tus suaves gemidos, extraño lo cálido de tus manos y tus besos repentinos, extraño tocar tu cabello, besar tu cuello, extraño cada maldito segundo en el cual tenía el privilegio de poder sentirte, de poder mirarte, porque eras y seguirás siendo en mi memoria los más hermoso que mis ojos hayan visto.