Te acordarás de mí.
Cuando te sientes de nuevo en cada mesa, con la silla de enfrente vacía o por qué no, ocupada, y tomes café o cerveza, tus labios se acordarán de mí.
Cuando te des cuenta de lo que pudo ser y no fue, de lo que era y ya no, de lo que es y será. Cuando te des cuenta de las cosas increíbles que dejaste escapar.
Como quien termina un libro, como quien pone un punto y final.
Entonces ahí, de donde nadie vuelve, donde nadie te ve. Justo ahí... Te acordarás de mí.