Las mismas de siempre, Sage: mi pareja. Después de todo apareció, pero poniendo un montón de trabas: que ya no se siente cómodo, que se aburre, que se agobia, se atrevió a decir que era harto ir y venir solo para “hablar siempre de lo mismo” conmigo, como si no valiese la pena venir, porque es aburrido. Eso me dolió profundamente. Y siempre respondía a todo con un “no lo sé”. Le di un ultimátum y le dije que me parecía decepcionante su actitud, que no podía creer que él hace unos meses me juraba amor eterno y ahora no parecía importarle nuestra relación, y que si ese era el caso, que me terminase. No lo hizo, dijo que se quedaría, que quiere quedarse conmigo y el bebé, que nos ama, pero que no estará tanto como antes: “¿te parece bien?”, me preguntó, y yo solo quise llorar, ¿cómo iba a parecerme bien?, ¿te quedas conmigo pero con la condición de vienes y te vas cuando quieres?, es humillante.
Disculpa, cada vez vengo con la misma mierda de siempre, ya debes de estar agotado o incluso aburrido de escuchar problemas que no te incumben.