Envidia del asfalto donde dan paso tus pies
Envidia del destino a donde ves
Envida de la ropa que le da abrigo a tu piel
Envidia del clima que te ampara y te es cruel
Envidia de la gente que te puede mirar
Y de los que te pueden escuchar
Envidia si compartes tus momentos
Envidia de eso cuerpos que inhalan desaliento
Que tu exhalas y al toparte no admiran la más grande maravilla
Y ya no puedo parar, parar de pensar en ti
Mi ocupación principal, es cobijarte hasta cada amanecer
Razonamientos no van, las reflexiones no van
Es destrozante dormir si tú me llamas y no puedo responder