El corazón de Persa golpeaba contra su pecho, parecia que, poco a poco, este se movia hasta su estómago y empezaba a corretear de un lado para otro: no tardó en generarle malestar, pues sabía que su cuerpo estaba desordenado, o, mejor dicho, sus ideas respecto el camino que tomaban las palabras de Moe, igualmente llegando hasta sus oidos y clavandosé en la cabeza, eran las que estaban perdidas sin orden. Ahora yacia sentado, las sábanas desacomodadas a los lados, y él, con sus cejas fruncidas en preocupación junto la torpe “o” que sus labios intentaban mantener.
Deseaba que sus suposiciones fueran solo eso, suposiciones, y aquellas palabras producidas por su amigo, su mejor amigo, no sean más que otro regalo de navidad. Moe era importante y eso lo afirmaba sin dudarlo, pero ¿había algo más alla, además de los recuerdos compartidos? Era increible el miedo que le causaba saberlo, la incertidumbre de saber que será lo proximo que dirá, lo que él debía, queria responder.
─── ¿no estarás para navidad? ─── los pensamientos se escapan por las comisuras, saliendo así entrecortadas y con poco enfasis, había pasado aquel tiempo y en sus manos ya se encontraba la caja, cual era observada con atención mientras que los dedos acariciaban el papel, pero no llega a más, dejando esta de lado y observa fijamente a quien estaba en frente, la impaciencia lo consumia, sabiendo que ese regalo podria abrirlo y apreciarlo más adelante, no como aquellas palabras que sentia verlas desvanecer, sentía desvanecerse..⠀⠀pero él era un chico, ¿no? ¿por qué parece preocuparse tanto?
@prttyb8i