Pues les diré:
"Conocí el cielo y el infierno en esta tierra.
Llevaba la magia de las constelaciones en cada peca de su rostro, y el brillo de la luna en sus pupilas profundas. El edén era su cuerpo, el cual hacía que mis pensamientos se colmaran de anhelos carnales. Me enamoré de su alma y su filosofía. De todos los versos existentes, él era la más bella poesía. Amaba su cuerpo llenar de distintas tonalidades, y en el, con mis atrevidos roces pintar mis más perversas necesidades. Su cuerpo es mío, pues en el, deposito mi desnuda piel, mientras él deposita en el mio, besos sabor a miel. Y si esto es un pecado, espero por Dios ser perdonado. Pero si esto le pertenece a Dios, que de mi alma, tenga misericordia el Diablo..."
-Hwang Hyunjin.