cuando pensamos en seres mitológicos, podemos asociarlos con el bien y el mal a su vez, ¿ cómo ? muy simple : hadas, ángeles y un tipo de sirenas se asocian al bien y demonios, otro tipo de sirenas y gárgolas se tienden a asociar con el mal.
se sabe que los ángeles son mensajeros de dios, supuestamente incorpóreos, tienen pureza en sus corazones y nunca se meten en problemas, pero como todo en esta vida, incluso en este aspecto existe una excepción a la regla, lee felix.
este joven de cabellera platinada y majestuosas alas blancas llenas de suaves plumas falleció y renació en la forma de un ángel, conservando todo de sí mismo, solo agregándose algo : ahora tiene alas. y si bien comenzó haciendo su trabajo correctamente al proteger a los seres vivientes, todo cambió cuando cruzó caminos con... un vampiro, christopher bang, causando esto un problema en su vida, pues... fue cautivándose con su belleza física y emocional, y terminó enamorándose, lo cual traería serios problemas en el cielo donde habitaba, pero no formaba gran esfuerzo por detener esos encuentros que se fueron haciendo más frecuentes, y de hecho ahora estaba yendo a verlo... vaya, no tiene remedio, pues sus preocupaciones se le fueron cuando lo tuvo ante él.
— my princess~ — llamó con su emblemática voz grave, una sonrisita en su rostro al estar como es usual bromeando con llamarlo princesa, pues para ser un vampiro... era bastante elegante y frágil, como una princesa, y bueno, le surgió decirle así, aunque nunca con ánimos de ofender. — te extrañé... no debería, pero así fue. — susurra, su mano delicadamente dejando una caricia a su mejilla.