Se encontrará dentro de mis costillas pero este órgano en particular no me pertenece de nuevo, nunca más. Mediante un corte, succión, introduciendo su mano hasta el hombro en mi boca que tome mi corazón y lo desconecte de mi cuerpo. Estoy segura entre sus dedos y más viva que nunca cuando tras una mordida me encuentro súbitamente dentro de su torrente sanguíneo. Soy suya por completo.