Una vez me encontré tan sola que me perdí, y pensé que me perdería para siempre. Una tarde de los días siguientes aprendí que si te tienes a ti mismo, al menos tienes a alguien.
Desde ese día he sido mi compañía, mi mejor amiga, mi motivación. Y si los de afuera quieren hacernos daño, al menos sé que me tengo a mi misma, y que yo nunca me haría daño.