hay una tempestad, que no se nota desde afuera, aunque sé que por dentro estás en pugna. aunque a veces no se logra ver, inclusive juraría que, sí hay una manera de apagar todas tus inquietudes, voy a hallarla aunque me duela, borrando tu tristeza. de verdad, ¿qué le pasará a tu espejo? que no ve lo que yo veo, ¿para qué quieres cambiar? si eres todo lo que ansío. anhelo besuquear tus heridas, contemplarla como una cicatriz, y no como algo negativo, quiero hacerte entender que, las mínimas cosas suelen solucionarse con detallazos pocos esperados. y tú, eres mí detalle al que debo resguardar entre mis palmas, temorizo no ser lo que buscabas, pero mí valentía está resuelta, idéntica a la tuya, mantienes un valor increíble. permíteme curarte, permíteme estampar mí boca contra la tuya, medicinar tus labiales en purificados sanaderos, permíteme ser tu salvación.