el abanico optativo que recae por aglutinarse a tu trazar ya son los de tus huellas empapando el pastizal, torpes y afectuosas. ¿naciste en invierno, yuki? o, ¿por qué se dice que flores brotaron bajo el satélite natural en tu título, niño lunar? dame tiempo para que mi innovación embeba más de tus carácteres, ¿serás japonés, petirrojo? facultame la idea de catarlo. «guren dragone» no se le denominaba más que como un escupe fuego en la primaria o un insípido cohibido en la última hilera, de aquí y allá, simplifícalo o hazle la metamorfosis que te plazca.