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⠀i. la virgen.
⠀⠀a su lavado de cerebro, por consecuencia, atrayéranle los vampiros, entusiasmando con la fantasía de la mordedura que daría el fin a su vida. había persignado en idealización de su destino y no anhelaría más qué ungir con su sangre podrida, redactando un edicto con élla. es por éllo que, ansiando en lo más profundo trascender tal estado, no flaquea la doctrina, hecha a su imagen y semejanza. culpabilízase ante el deseo ínfimo de vivir, disociándolo y escindiéndolo, muy en su interior, hasta alcanzar la enajenación.
⠀ii. la vampiresa.
⠀⠀condenada a la inmortalidad, sabe que la soledad depárale la nocturnidad corrupta que engúllela, domeñándola en un ente desamparado y expirante. deformadando su idea de (sobre)vivir y cómo es amar, fascinábase por cómo lo hacía el resto, con grotesca veneración, exponiéndolos a lo letal y deleitándose al verlos sobreponerse. antepone el odio a la indiferencia o el amor. sin compañía, temiera de sí misma.