# Dios, yo, no sabría como expresarme con las palabras más adecuadas en este momento. Esto es tan triste, me veo incapaz de hacer como si nada y olvidar que esto no haya sucedido. Yohan, te extraño. Sé que capaz no se ha encontrado en las mejores situaciones, esto, respecto a su inesperada muerte. ¿Por qué? ¿qué podía hacer para que ese rostro que ya no está con nosotros, me demuestre algo de alegría? Pero este ya no me la mostrará. Su sonrisa, su hermosa y radiante sonrisa. Deslumbraba con la compañía de la nombrada. Soy un mar de lágrimas.
Reconozco su voz de memoria. Suave y cálida, hacía brillar. Ahora sólo me queda añorar esta con esperanza y nostalgia. Cerraré los ojos, sabiendo que mi corazón no volverá a latir de la misma manera. Solía latir aceleradamente al escuchar una simples palabras que salieran de la boca de este, ahora no son más que recuerdos distantes. Sentí tanta ternura al ver el brillo característico de sus ojos. Brillaba y hacía brillar.
Tuve demasiada admiración hacia su persona, el hecho de tener su persona como un ejemplo a seguir, me enorgullece.
Los nervios se apoderan de mi al no saber la razón de su fallecimiento. Me tranquiliza el no saber la razón de su muerte, no tendría que preocuparme de más. Pero, sé que ese momento llegará. Algún día, y no tan lejano, sabré la razón, y volveré a brotar mis lágrimas desesperadamente.
Angustiada, con el vacío interno, preguntándome cómo o qué podría haber hecho para ayudarlo, para hacer que no este en aquel solitario y triste mundo, llamado 'muerte'.
Hermoso, pequeña estrella fugaz. Yohan, lindo, ¿por qué tuviste que abandonar el mundo de esta manera?
No llegué a decirlo desde hace unos cinco míseros meses. Yohan, te amo.