Sí, ¿por qué siempre Dios
nos hace sentir tan solos?
Oh, no, no, no, no, no, no.
Sí, puede que esté cubierto de cortes
pero puedo sonrerír si no estoy solo.
No importa lo que pueda haber al final del camino
que recorro a solas.
Pisaré fuerte.
Puede que sea agotador y doloroso,
tanto ahora como después.
Pero no importa porque estoy a tu lado.
Si estamos juntos
podemos sonerír.
Sí, aunque quiera volar, no tengo alas,
pero tus manos se convierten en mis alas.
Quiero olvidar la oscuridad y la soledad junto a ti.