──Ten cuidado con eso, la verdad no me sorprendería si dentro de este desastre apareciera una araña-- que no es Mr. Fluffy, o peor, un ratón... ──le advierte con diversión a la vampiresa, quien movía un mueble hacia otro sitio; ambas, encontrándose haciendo un re-ordenamiento y limpieza del cuarto de la castaña. Suelta una pequeña risa, tomando una prenda de ropa arrugada entre sus manos, analizándola──. Cielos, llevo sin usar esto más de un año, mh... ──murmura para sí, echando aquella camisa en una bolsa de basura, como parte de su limpieza de closet. Entonces, voltea a ver a la pelinegra, sorprendiéndose un poco al notar que entre sus manos, tenía una foto──. Óh... ¿De dónde salió eso? ──pregunta, alzando una ceja, sentándose a su lado en la desordenada cama. Su mirada se queda estancada en la imagen por un momento, luego suelta un bufido divertido──. Me veo... muy diferente ahí, ¿no? Rubia y de pelo largo. Tenía unos... ¿Once o doce años? La tomamos cuando fui a acampar con mi papá y mis hermanos. ──se fija de reojo en la contraria, esperando a una reacción además de su mirada curiosa.