Lo bonito y lo desesperante de una historia en curso y que se publica por entregas es que uno cree que todo está casi terminado, pero tarde o temprano sucede al momento de revisar que salta alguna mosca en la sopa.
En el interés de ajustar lo necesario para avanzar en los capítulos 26 y 27 (todavía no publicados en esta plataforma, donde solo llevo 15 capítulos expuestos) me puse a probar un conjunto de herramientas de software, para mí fantásticas, pero en la revisión me saltaron algunas necesidades del proyecto que me obligan a frenar un poco el ritmo pues es necesario para que tenga mejor control en el avance de las tramas, los cruces de las mismas, no perderme en el desarrollo y, más importante, no confundir a los lectores potenciales.
Calima es un proyecto ambicioso, basto, complejo y por lo mismo necesito tomarlo con pinzas, no correr ni irme de bruces solo llevado por la emoción natural al ver cómo avanza.
En ese sentido es que me ha sido súper útil Aeon Timeline y planificar con la asistencia de la inteligencia artificial, sobre todo en el desarrollo de un sistema de control de avance en el tiempo de las tramas.
En estos días espero subir nuevos capítulos para continuar el avance de publicación en paralelo de la escritura. Igualmente retomaré el trabajo de ir armando la versión ilustrada, la que todavía no decido si publicarla de la misma manera aquí, por entregas, en otra plataforma o directamente en Kindle en forma de fascículos. Lo estoy pensando.