¡Buenas noches! Pasen, por favor. Siéntanse cómodos; como en casa.
Mi nombre es Victoria y espero disfruten de la cena que he preparado especialmente para ustedes. Luego de degustarla, los invito a acomodarse alrededor de la estufa a leña. Pueden observar el fuego todo el tiempo que deseen, se sentirán acogidos por su calor. También pueden acercarse a la ventana y admirar la pulcritud con la que cae la nieve. Es hermosa, ¿verdad?
Mientras disfrutan de la vista, los invito a relajarse, acompañados por la bebida que más les apetezca, y a escuchar un par de historias que me gustaría contarles. ¿Si son peligrosas? No se preocupen, no muerden -en general-.

"No soy lo que escribo... soy lo que tú sientes al leerme"