Siempre me sentí presionada al dar un examen. Estaba acostumbrada a responder bien y tener un buen puntaje. Pero había veces en que me equivocaba, y feo. La gente empezaba a criticar y a juzgarme, así como yo lo hago con otras personas. No quiero sentirme más que las otras personas. No quiero sentirme menos. No soy perfecta, cometo miles de pecados al día. No quiero engañar al resto, y si tal vez me equivoqué, estoy en mi derecho, no nací siendo un genio, no tengo por qué mantener esa imagen intacta. Pero si alguien puede tenerla, pues adelante. Podré seguir su ejemplo, y dedicaría mi tiempo a continuar sus pasos, a cambiar y a mejorar mi forma de ser. Esta es mi vida, mi propia carrera, mis decisiones, mis errores, mi pasado, mi presente y mi futuro. Intenta ser una buena persona, aunque soy muy torpe para el bien.