Wendy, escondida entre los arbustos del bosque,
se asoma tranquilamente entre las hojas, sigue con la mirada a los transeúntes.
Tan solo una línea de acera separa el verde mundo que ella conoce con la ajetreada vida que observa.
Un esfuerzo, un paso que dar y estará allí.
Wendy, el viento sopla muy fuerte.
De espaldas se encuentra ella, estira su brazo.
"Volvamos a casa" dice con una leve sonrisa.
Un último vistazo a la realidad, un último intento abandonado.
Se dan la mano y se pierden entre las ramas.
Antes de no escuchar nunca más el ruido de la gente, Wendy mira la luz de una vida que no podrá tener jamás.
Puede que no sea lo correcto, después de todo.