Su paso era lento, estaba caminando descalzo sin realmente prestarle atención al mundo real, puesto que estaba metido en su propio mundo. Sus pensamientos estaban lleno de recuerdos de su pasado; la primera persona que asesinó, cuando tuvo ese sed de sangre por primera vez e hizo una masacre.
— Davies... Davies... Ese apellido... — El de un famoso asesino y que carga con una maldición: aquel que sea un Davies va a terminar siendo un asesino.
Su mente seguía siendo un caos, ¿Era The Reaper o Adonis Davies? Su cerebro decía el segundo, pero el quería creer que seguía siendo el primero... Alguien que no fuera un asesino.
— ... Perdón, Hazel. — Lágrimas cayeron, lastima que, la máscara no lo permitió ser visto.
— Creo que es... Hora de decir adiós. — Ahora se dirigía a su cabaña, ya que estaba seguro que nadie estaría ahí.
ㅤㅤㅤㅤㅤBienvenido Adonis Davies,
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤSicario definitivo